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Sabido por muchos; es una mujer a la que conozco no de mucha antigüedad (pero pareciera que sí); logró más de lo que imaginó y culminó despidiéndose tan abruptamente y en el mejor momento, tal cual lo hacen los grandes que saben cuando aprovechar la gracia por fama que ha venido a ellos sin ser pedida y la valoran con humildad... Mis respetos para ese ser humano.


Ayudada por mí en sus inicios, apoyada por mí en el trayecto, no me queda más que dar las gracias por todo lo que me brindo. A cambio un recuento en imágenes de lo que es su trabajo (y en inicio el mío) ella es Diana A. Lomelín y sus historias “Ocasiones ideales, tiempos perfectos, ¿corazones gemelos?”, “Sueños y turbulencias”, “Más allá de la razón” y la más aclamada “Expiación”

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Sabido por muchos; es una mujer a la que conozco no de mucha antigüedad (pero pareciera que sí); logró más de lo que imaginó y culminó despidiéndose tan abruptamente y en el mejor momento, tal cual lo hacen los grandes que saben cuando aprovechar la gracia por fama que ha venido a ellos sin ser pedida y la valoran con humildad... Mis respetos para ese ser humano.


Ayudada por mí en sus inicios, apoyada por mí en el trayecto, no me queda más que dar las gracias por todo lo que me brindo. A cambio un recuento en imágenes de lo que es su trabajo (y en inicio el mío) ella es Diana A. Lomelín y sus historias “Ocasiones ideales, tiempos perfectos, ¿corazones gemelos?”, “Sueños y turbulencias”, “Más allá de la razón” y la más aclamada “Expiación”

Ellas bailaron alrededor de todo el mundo y cuando se mostraron por encima de tus ojos, jamás pareciste prestar atención.

Ellas bailaron y jugaron tratando de captar tu atención. De nada les sirvió. Surcaron el cielo mientras tú dabas interminables pasos sin rumbo alguno. Incluso vencieron a aquel que les sopló y también opacaron a aquel que quiso brillar de más. Pensaste que la sombra de tu corazón era tan grande que se ocultó todo por sobre de ti. Por fin.

Ellas bailaron alrededor de todo el mundo y cuando se mostraron por encima de tus ojos, jamás pareciste prestar atención.

Ellas bailaron y jugaron tratando de captar tu atención. De nada les sirvió. Surcaron el cielo mientras tú dabas interminables pasos sin rumbo alguno. Incluso vencieron a aquel que les sopló y también opacaron a aquel que quiso brillar de más. Pensaste que la sombra de tu corazón era tan grande que se ocultó todo por sobre de ti. Por fin.

Y entonces me pregunto:

¿De qué manera vas a solucionarlo?

Y entonces me pregunto:

¿De qué manera vas a solucionarlo?

Sed lex dura lex.

Y cuando el corazón nos tiembla procuramos preguntarle al destino un por qué.

Sed lex dura lex.

Y cuando el corazón nos tiembla procuramos preguntarle al destino un por qué.

Me he dado cuenta que un dolor de cabeza se origina cuando el corazón tiene una tristeza atravesada y con cada latido el dolor del amor bloquea todos los sentidos, cada lágrima que nubla la vista sólo se clava más en la herida y el recuerdo eterno de lo que no y que bien pudo ser...

Una respiración lenta sofocada por un tierno beso eterno que nos haga olvidar el origen que nos separó.

Me he dado cuenta que un dolor de cabeza se origina cuando el corazón tiene una tristeza atravesada y con cada latido el dolor del amor bloquea todos los sentidos, cada lágrima que nubla la vista sólo se clava más en la herida y el recuerdo eterno de lo que no y que bien pudo ser...

Una respiración lenta sofocada por un tierno beso eterno que nos haga olvidar el origen que nos separó.