Donde no nos llaman.
Para todos los que estamos dentro de las fauces de
los blogs literarios, ya sabemos del deceso del famoso Blog: Atrapada en la
Distancia en el que se encontraba la descarga de libros que se traducían o se
convertían a formatos leíbles electrónicamente con la ayuda de chicas de varias
partes del mundo de habla español, ya sean libros que sólo estuvieran en un
idioma diferente a este o que por diferentes razones su venta nunca se haga
dentro de un país de habla hispana.
Donde su finalidad… y lo la justifico porque de
cierta manera me encanta tener la mayoría de mis adquisidores “legales” o con
ese sellito que dice que fue comprado en un lugar de renombre… pero seamos bien
honestos todos: dada las situaciones políticas y económicas por las que nos
regimos mundialmente, muchas cosas que quisiéramos tener son muy poco
accesibles para el dinero que dentro de nuestros bolsillos hay o por lo que me
doy cuenta ahora, el sector joven que se dedica a la lectura de manera ardua y
ruegan a sus padres por la compra de libros en vez de CD del grupo de moda o
piden dinero para irse a su joven edad en este planeta para gastarlo en alcohol
o drogas con los amigos saliendo de la escuela, o que no saben que en las
bibliotecas (al menos de nivel preparatoria también cuentan con un acervo de
lectura juvenil je je je) de sus escuelas tienen esa opción de leer, les piden
a sus padres la compra de un libro, que, dicho libro por los estándares de qué sé yo ronda en un precio de los 250 pesos mexicanos, ese padre mexicano te ve
con cara de WTF! y te dice que “no”, tal vez porque no quiera, lo más probable
es que no tenga el dinero para solventar “ESE LUJO”.
Si yo, que llevo siglos
vagando por estas tierras y que ya trabajo, muchas veces al final de mi
quincena no me sobra para comprar la novedad de la editorial o el libro clásico
del que tanto escucho hablar a los adultos y entonces cuál es mi solución.
Claro, a mí también se me vino esa palabra a la
mente, pero voy seguir palabreando un poco más.
Una vez que me di cuenta que mis padres (que la
mayoría de la población mexicana no lo inculca y por eso lo ven con malos ojos,
claro ejemplo lo tengo en mi casa que de niña me obligaron a leer libros y como
no me gustó no lo hice y ahora que he vivido un par de siglos y quiero leer
pido con ojos de borrego degollado tantito dinero para comprarme uno y lo que
consigo de respuesta es: ¿leer? ¡Te gusta leer! *Sí carajo, me gusta* anyway…)
o que yo con la beca que le saqué al gobierno por fingir que tengo buenas
calificaciones o que si trabajo y no me alcanza no puedo comprarlo, así como
tampoco soy de los privilegiados a los que las Editoriales les manda un ejemplar
para que vean lo suculento que hay en las novedades del mes, tampoco tengo
amigos o parentela que sin importarles el dinero regalan libros (que sea un
género que nos apasione claro, porque a mí me acaban de regalar como 30 de economía
y política Ajaleee! Querías libros ¿no?), el vecino no me presta su libro (pero
ya sabemos que los libros son como los calzones/chones/pantis/boxers/paños
menores NO SE PRESTAN) porque la gente no suele cuidar lo que es ajeno y así me
la puedo seguir quejando…
Pero también pienso en el esfuerzo que hace ese autor
por llegar a los ojos de los demás, en algún momento leí a Cassandra Clare
(Autora de Cazadores de Sombras) decir: yo inicié escribiendo fanfic’s de Harry
Potter (para los que no lo saben, es ilegal escribir Fan Fiction) por lo tanto
no leo los fanfic que hacen de mis sagas, pero básicamente no estoy en contra
de que se hagan. Bien hacer fanfic de algo es darle una publicidad gratis y si
a algún ser humano le interesa más irá a indagar más acerca del origen y con
todas las premisas anteriores seguramente lo adquirirá de manera LEGAL.
Esto también me lleva a pensar otra cosa, hay libros
que son en su contenido malos, así directo y a la yugular, malos y qué es lo
peor del caso. Esos libros son mucho más caros que uno que en su contenido sea
(en lo personal) más interesante, de alguna manera lo tengo que averiguar pues
mi dinero no crece en la planta de cannabis que tengo en el patio trasero como
para derrocharlo en un libro carísimo que a final de cuentas no me va a gustar
y obviamente en la tienda no me va a dejar leer más que a sinopsis del libro y
todas aquellas sinopsis de libros que hay en internet son tan variadas y extra
polares con el gusto de un libro u otro…
¿Entonces cuál es mi solución?
Ahora con todo esto de la tecnología, los autores en
sus páginas oficiales lo que hacen es atrapar al descuidado lector con la
publicación de las primeras páginas o uno o dos capítulos de manera gratuita
para que corras a comprar el libro, pero, y qué pasa con esos libros que sólo
se ponen buenos hasta el final y el inicio no te engancha…
En fin, obviamente como un Shadowhunter que soy definitivamente
no estoy al tanto del arduo trabajo de una Escritor/Escritora, el team detrás del
autor, el trabajo de los traductores, editores, imprenta, diseñadores,
vendedores y tiendas que ponen a la venta los libros porque seguramente mi
cadena está incompleta y más de 250 personas comen no directamente de que yo
compre un libro, sino que el changarro a donde yo pueda ir a comprar un libro,
se lo compre a la Editorial y entonces sí, Inés D. Arriero, la cadena de ganancias
esté completa. Yo también tengo “esfuerzos e ilusiones” de que en algún momento
alguna de las tonterías que escribo esté en un stand, en otro idioma, en otro
país distinto al mío y gente diga “Wow! Lo adquiriré original”.
Todos sabemos que lo ilegal existe, pero hay también buenas
razones de peso del porqué las personas llegan a caer en dicha tentación. Y algo
que creo que nadie dice o recalca es que todas esas personas que trabajan
dentro del blog cerrado (directa o indirectamente) no tienen paga alguna, lo
hacen y lo seguirán haciendo de la misma manera y te puedo apostar que su nivel
de inglés es mejor que tú y yo, tienen mejor ortografía que tú y yo, saben acerca
de ediciones y nadie les paga, nadie les dice: ten gracias por darme tu apoyo
incondicional para que mi libro se desplace a tal país por tu “ilegal” manera
de hacer que se pida en editoriales. Nadie nos paga por reseñar un libro, el
autor ni nos conoce sin en cambio yo hago que esa ilusión crezca en alguien más
aconsejando que de alguna manera SIGAN LEYENDO (a lo mejor la literatura de
fantasía juvenil no me llevará a ningún lado y deba tomar mis treinta libros
que me regalaron pero sigue…) y entonces sí de alguna manera levantemos la voz,
tengamos mejor escritura, ortografía, formas de expresarnos en la exposición de
la escuela, de una empresa y más en el futuro esas formas de política y economía
que rigen mi planeta algún día cambien porque no me quedé toda mi santa
infancia tirada en el sofá viendo televisión.
Fin. Todos hemos adquirido algo ilegal.
Ya me callo.
Oh, dios mío, GRACIAS. Al fin alguien que nos defiende, además de los numerosos comentarios en los blogs en los que somos criticados.
ResponderBorrarDespués de esta entrada, no queda añadir nada más. Un beso, y sigue exponiendo así de bien.
Muchas gracias, la verdad es que fue una situación que me indignó severamente :/
BorrarClaro que los entiendo, y hay un sin fin de pros y contras en esta situación pero ella debe darse cuenta que al fin y al cabo nos necesita xD desafortunadamente con sus actos pudo llegar a ser una muy reconocida, ahora se ha ganado el odio del sector juvenil y va a tener que poner de su lana para promover sus libros ji ji ji
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