Una historia de fantasía donde un México se cubrió de violencia por el Señor Muerte, donde los niños muertos no van a permitir que un niño vivo se convierta en uno de ellos, ¿sueña bastante crudo, cierto? La verdad es que el libro está lleno de metáforas para rodear el tema de la muerte y plantearlo al publico infantil… o juvenil, desde mi humilde opinión.
LITERATURA INFANTIL PARA ADULTOS
Hay una cosa que me voy a sacar de la manga y será un neologismo para definir un género literario, les presento a: “LIJdultacy” (loc. verb. coloq. espanglish) para definir aquella Literatura Infantil y Juvenil que una vez llegado a los lectores, es preferida entre adultos. Aunque ciertamente no cuento con una estadística definida sobre cuántos niños leen algunos libros, ya que eso suele hacerse en la comodidad de sus casas lejos de la exposición a las redes sociales, a diferencia de los adultos que andamos pululando nuestra opinión en ellas para que las historias lleguen lo más lejos posible; bueno y a reserva de que pueda estar infravalorado la capacidad cognitiva de los niños y jóvenes para la aceptación de algunos temas plasmados en los libros debido a mis valores y apreciación del mundo, me gustaría catalogar La balada de los niños muertos como un libro de LIJdualtacy.LA HISTORIA
Primero que nada, déjame te comparto que este libro esta conformado por una serie de microcuentos, anuncios, mensajes, historias o narrativas que al inicio parecen estar hablando de todo y de nada, una revoltura, pero que con el paso de las hojas y ayuda de las ilustraciones llega un punto en el que todo cobra sentido, ¡claro, pues resulta que todo está unido entre sí! Y eso es de mis cosas favoritas, libros que he leído y cuentan con la misma estructura serían Novela B, de Mónica Bustos o El tren equivocado, de Jeremy De Quidt. Otro punto que me básicamente determinó mi compra fueron las imágenes, la técnica es de acuarela y son ¡una pasada!El clímax del libro está muy bien situado por un plot twist, que no deliberé previamente pero tampoco es que sea de las que se pase haciendo teorías a cada cambio de hoja. Para entonces, dentro de los cuentos las cosas, situaciones, personajes, etc. se convierte en un hilo conductor que se ve envuelto con los personajes, a excepción de cuatro cuentos que no vienen al cuento, uno es de alebrijes, otro habla de tulipanes, una noticia sobre un librero y el ultimo de helados, honestamente me quedé con cara de what? En el intermedio, los personajes libran una batalla muy épica y el final, es nostálgico.
La cosa aquí es que mientras uno como adulto lee, se cuestiona si esto podría leerlo un niño, de qué edad sería este niño, puede retener la atención con la historia, si mejor se lo das a un adolescente, pero… qué tipo de adolescente puede ser captado por un tema relacionado con la muerte. Y es que no he llegado a la parte del tema central, ya que este libro está centrado en un asesino, con unos niños muertos que buscan librarse de Señor Muerte, que desean que no muera otro niño más del pueblo porque la justicia está viciada y nadie ni nada ha podido aliviar el dolor de las personas.
La narrativa por partes es directa, en otras es metafórica y con la primera debo decir que aplausos, ya que este tipo de narrativas suele solo permitírsele a autores latinoamericanos, he leído historias de Argentina, Chile o Colombia en las que el autor expresa el asedio del gobierno (principalmente) para dar forma a su historia, en México, por el contrario, parece que nos da miedo contar las historias como son y recurren más a la LIJ de fantasía, tal vez porque ese tipo de temas los tenemos como tabú a sabiendas que son situaciones que el país afronta día a día como el crimen organizado, desapariciones forzadas, violencia intrafamiliar, violaciones u homicidios que las infancias están atravesando y serán parte contundente de qué giro le den a su vida como adultos.
No voy a teorizar sobre si el autor escribió así por tal o cual razón pero si puede ser una pauta para inhalar, tomar fuerzas y continuar con la vida, porque las razones para vivirla son muchas, aunque duela con todo que aquellos que ya no están con nosotros no cambien, queden congelados en el tiempo y lo que se sienta sea un vacío sin sentido lleno de cuestionamientos. Al tiempo que escribo este texto, en el transcurso del año que presenciado cuatro fallecimientos, cada uno de distinto nivel de dolor personal pero una historia como está si bien no aleja mi dolor/preocupación me da paz para seguir otro día más honrando su tiempo y compartiendo recuerdos.
Entonces, me replanteo si este tipo de libros también pueden funcionar como apoyo para hacer a algunas infancias conscientes de que detrás de todo esto hay una verdad cruda y se logre hacer comunidad de entendimiento y/o trabajo o como apoyo en terapias, estudio, etc.. Es así como el termino “LIJdultacity” cobra mucho más sentido, porque no sería un libro que recorra su vida mayormente entre niños y jovenes sino entre adultos para su reflexión. Con esto, mi neologismo, podría justificar alguno de los premios que ha recibido la obra pero que tampoco es que podamos llegar a un acuerdo muy certero pues los adultos somos los que elegimos escribir para niños y jóvenes, los adultos editan los textos, los adultos autorizan la venta y distribución de la LIJ y los adultos decidimos si pagamos o no por un libro ya sea para leerlo o dejar que un menor lo lea.
EN GENERAL: La balada de los niños muertos de Efraím Blanco
Si no te da miedo que las infancias y los jóvenes conozcan los temas como son, quieres compartir historias con ellos La balada de los niños muertos del escritor mexicano Efraín Blanco es un buen libro para ser leído, de esta forma también fomentamos las ideas del talento nacional. Otra de las cualidades que tiene este libro (como muchos de LIJ) es que puede que el autor haya mezclado algunas cuestiones creativas porque muchos de los textos tienen formas peculiares que podrían interpretarse dentro de la misma historia o complementarla junto al resto de las ilustraciones de Daniele Serra.
Sin duda me encantó mucho porque que tiene formas variadas de lectura: puede ser una rápida, solo con las imágenes, buscando minas escondidas, el acomodo del texto no es uniforme, puede dar apertura a preguntas, explicación de realidades, puede ser un apoyo a la Tanatología, da pie a la búsqueda de lo que es la muerte como cultura mexicana y con ello el valor que le pongo yo a este libro es alto, porque sí es un libro que pueden disfrutar las infancias de la mano de los adultos, ehem… nosotros quienes muchas veces tenemos más miedo a enfrentar los temas que otros adultos, unos atrevidos, escribieron para lectores jóvenes.
LA BALADA DE LOS NIÑOS MUERTOS
EFRAÍM BLANCO
DANIELE SERRA
RESONANCIAS | FONDO DE CULTURA ECONÓMICA
92 PÁGINAS
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